説明
Históricamente, la resistencia indígena ha incluido desde sublevaciones armadas hasta formas simbólicas y culturales. En Nicaragua, entre los siglos XVI y XVIII, los pueblos originarios como los Chorotegas y Boacos protagonizaron rebeliones contra la dominación española, incluyendo tácticas como sabotajes, emboscadas y la famosa "huelga de úteros" —una protesta femenina que consistía en la negativa a procrear para no engendrar esclavos para los colonizadores—, mostrando una resistencia no solo militar sino también cultural y social. En México, los movimientos indígenas contemporáneos son múltiples y diversos, con demandas que van desde la defensa del territorio y la autonomía hasta la reivindicación de derechos culturales y sociales. Estos movimientos han evolucionado históricamente, adaptando sus estrategias y actores políticos para responder a las condiciones coloniales y poscoloniales, y no pueden entenderse como un solo movimiento homogéneo sino como un conjunto plural de luchas. El arte se ha convertido en un espacio vital para la resistencia cultural indígena. Un ejemplo destacado es el Colectivo Arte y Resistencia, fundado en Michoacán, México, que trabaja en colaboración con la nación Purépecha para visibilizar la diversidad de expresiones culturales y la memoria histórica de los pueblos originarios. En Nicaragua, la sublevación de Sutiava en 1725 duró mes y medio en defensa de sus cosechas, antes de ser brutalmente reprimida por las autoridades coloniales. El líder indígena Yarrince, del grupo Boaco, encabezó una ofensiva en 1777 contra la opresión española, siendo capturado y asesinado, pero dejando un legado de lucha. Fernando Llanos, director del Colectivo Arte y Resistencia, señala que el proyecto surgió para crear un espacio de reflexión y colaboración con pueblos originarios, evidenciando la importancia del arte en la resistencia cultural.